La villa de los búhos

La villa de los búhos

En el área de Harajuku cerca de la calle Takeshita, hay una tienda especial que permite al visitante estar en contacto directo con búhos reales.

El Fukurou Café literalmente café de los búhos es una atracción que está ganando mucha fama entre los visitantes del extranjero.

La tienda queda en un edificio que a primera vista es muy común pero al subir en el ascensor y entrar a la tienda se puede sentir el ambiente mágico que produce estar cerca de estas maravillosas aves.

Los búhos son aves rapaces nocturnas, y a diferencia de las lechuzas, tienen plumas alzadas que parecen orejas. Su anatomía ha fascinado a la humanidad desde el comienzo de los tiempos.

Oyen diez veces más que los seres humanos y pueden girar la cabeza 270 grados en ambas direcciones. Son aves fascinantes y, a lo largo de la historia han maravillado con su presencia en mitos y leyendas. Son considerados símbolo de la luz y de la sabiduría.

 

La villa de los búhos

 

Al llegar al lugar y registrarse, el personal encargado le dará un menú al visitante para escoja una bebida y un pequeño postre antes de entrar a ver a los Búhos.

Luego del refrigerio, se le desinfectan las manos a los participantes y se explican las reglas que hay que cumplir:

 

– No tomar fotos con flash.Antes de sobar a un búho primero muéstrales tu mano un poco para que no se asusten.

– No tomar a ningún búho sin la autorización del personal.

– Tener cuidado ya que los búhos no tienen entretenimiento para controlar sus necesidades fisiológicas.

– No apretar a los búhos ni abrazarlos, solo sobarlos suavemente.

– No acercar los búhos pequeños a los búhos grandes ya que podría comenzar una pelea.

 

Al comprender y respetar estás reglas, la experiencia en el café es muy divertida. Los búhos provienen tanto del interior del país como de países sudamericanos o africanos. Son muy apacibles siempre y cuando se muestre la mano antes de acariciarlos.

Si se quiere tener un contacto más íntimo con las aves, el personal le dará un guante (un poco pesado), donde el búho que se elija se posará en el brazo por unos minutos, momento perfecto para realizar fotos o para hacer un pequeño vínculo con la pequeña ave.

Los búhos están muy bien cuidados y alimentados, por lo tanto no hay necesidad de preocuparse por su estado corporal.Al finalizar la experiencia, nuevamente se desinfectan las manos y a cada participante les entregado un pequeño recuerdo del viaje que hicieron a la villa de los búhos.

Estas pequeñas criaturas con tanto muy hermosas como muy misteriosas, por lo tanto el hecho de poder compartir de cerca con una de ellas abre la mente a un conocimiento más amplio sobre este tipo de ave tan linda e inteligente.

Este tipo de café no sólo se encuentra en Harajuku, sino que también hay en Shinjuku, Ikebukuro y Akihabara con algunas diferencias pero el concepto sigue siendo el mismo.

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