En la ciudad Ota, en Gunma, los siete dioses de la buena fortuna están consagrados, individualmente, en los siete templos ubicados al pie de la colina Kanayama. Es maravilloso hacer el recorrido caminando para aprovechar y admirar la belleza del paisaje natural.
Los siete dioses de la buena fortuna han sido adorados durante muchos años por el pueblo japonés.
Tour de los Siete Dioses de la Buena Fortuna
Templos a visitar
Chonen-ji (Templo Chonen): Ebisu (el dios de la riqueza): En la era Edo, los mensajeros para dedicar las ofrendas a los dioses del Emperador, lo primero que hacían era registrar su llegada al templo. Posteriormente, en la era Meiji, este recinto sirvió como escuela secundaria para niños. Es importante resaltar que los visitantes van a orar en búsqueda de buenos negocios, riqueza y felicidad.
Juraku-ji (Templo Juraku): Daikokuten (el dios de la riqueza): La edificación fue construida en 1384. En una oportunidad fue reubicado, quemado y reconstruido. La puerta muestra su historia. Los visitantes piden por alimentos en abundancia y el cumplimiento de sus aspiraciones.
Daiko-in (Templo Daiko): Benzaiten (la diosa de la música, la elocuencia, la riqueza y la sabiduría): Fue edificado en 1613 por Ieyasu Tokugawa en conmemoración a Yoshishige Nitta, fundador del clan. Es conocido como Kosodate-Donryu-sama, llamado así por el primer sacerdote, Donryu. Con su devoción, los creyentes aspiran lograr riquezas, felicidad y obtener buenas calificaciones en los estudios.
Kinryu-ji (Templo Kinryu): Bishamonten (el dios de las guerras y el dios guardián del budismo): Lo hizo Sadauji Yokose para adorar a su abuelo Yoshisada Nitta. Una estatua de madera de Yoshisada fue consagrada allí. Los creyentes van en búsqueda del éxito en su ocupación y la mejora de su fortuna.
Gyokugon-ji (Templo Gyokugon): Fukurokuju (el dios de la felicidad, la riqueza y la salud): La puerta histórica del templo aparece en la parte superior de los escalones de piedra, propiciando un ambiente tranquilo y elegante a este lugar. Ahí, la gente ora con el deseo de lograr aumento del salario.
Eifuku-ji (Templo Eifuku): Jurojin (el dios de la longevidad): No es seguro cuándo se construyó este templo, pero Sadauji Yokose, el señor del castillo de Kanayama, lo trasladó a este sitio en 1417. La gente lo visita buscando buena salud y longevidad.
Sogen-ji (Templo de Sogen): Hoteison (el dios de la felicidad): Este recinto también se llama Sazae-do, debido a su estilo de arquitectura. Vale la pena visitar el jardín de hortensias. Ahí, la gente va en búsqueda de la felicidad y la seguridad de su familia.
Si hay personas interesadas en realizar un recorrido privado diferente, con el deseo de conectarse con los siete dioses de la fortuna, entonces, el camino de los siete templos de Ota es el indicado.