Yasukuni jinja (靖国神社) significa literalmente santuario de un país en paz.
Este santuario shintoista fue construido en el año 1869 por orden del emperador Meiji.
En el corazón de Tokio, en Kudanshita, se encuentra este lugar tan especial que vela todos los días por la paz de Japón y del mundo. El hermoso recinto mantiene el registro de 2.466.000 almas que dieron su vida por la paz de Japón desde la era Meiji hasta el fin de la guerra en 1945. Aquí se les reza a los Eirei; almas que se esforzaron para crear la base de la paz de la que ahora goza Japón.
Se considera uno de los santuarios más importantes de todo Japón por su historia y su objetivo de que Japón no entre en un conflicto bélico nunca más.
Entrada al santuario
La primera torii (puerta sagrada de los santuarios shinto) de Yasukuni jinja es la más alta de Tokio.
Un poco más adelante está la estatua de Ōmura Masujirō, quien fue el fundador de la Armada Imperial Japonesa. Esta fue la primera estatua tipo occidental hecha en Japón.
Al lado de la plaza se encuentra el monumento Irei No Izumi (fuente de consuelo).
Este monumento representa aquellos momentos cuando los soldados se encontraban en batalla en tierras lejanas y desfallecían por falta de agua. Momento en que empezaban a ver espejismos, recordaban a su madre y pedían agua para poder sobrevivir.
La escultura es una representación abstracta de una madre amorosa que ofrece agua limpia con ternura.
Hoy en día, el monumento reza porque ni el agua, ni el amor de madre, le falte a ninguna persona en el mundo.
Antes de entrar al recinto principal, debemos purificarnos las manos y la boca en la Otemizusha (fuente de purificación principal) que esta ubicada justo después de pasar por la segunda torii del santuario Yasukuni.
Seguidamente, al terminar el ritual, se procede a pasar por la puerta principal.
En el recinto se encuentra:
- Shamusho, la oficina administrativa del Santuario Yasukuni.
- Teatro Noh, donde se realizan demostraciones de artes marciales, bailes tradicionales, conciertos, y eventos especiales. Todo en honor a los Eirei.
- Shinchi Teien, el jardín del estanque sagrado del Santuario Yasukuni. Su pieza central es una cascada. Es un entorno tan sereno que los visitantes pueden pensar que están en lo más profundo de las montañas.
Campo de Sumo, donde cada cierto tiempo se celebran combates y son gratuitos para el público. El pequeño bosque que rodea todo el Santuario. Al pasar por ese hermoso lugar, probablemente resulte difícil pensar que se está en el centro de la ciudad de Tokio. Yushukan, el primer y más antiguo museo de historia militar de Japón. Es una visita imperdible dentro de Yasukuni. Este museo relata la historia de Japón desde poco antes del 1868 hasta poco después de 1945.
Haiden, el recinto principal en donde las personas normalmente van a ofrecer respeto y a rezar o agradecer a las deidades del Santuario.
Honden, el santuario principal dónde se encuentra el objeto sagrado llamado «Goshintai» que según el shinto, conecta a la tierra con el mundo espiritual.
Visita importante
El santuario juega un rol muy importante en la sociedad japonesa, y el museo Yushukan, expone un punto de vista sobre la historia diferente al occidental.
Yasukuni es un lugar de paz. A pesar de estar rodeado por controversias generadas por países extranjeros, Yasukuni es un lugar que le da la bienvenida a aquellos que quieren conocer al verdadero Japón y agradecer por la paz en la que vive la nación. Hay mucho que decir y hablar sobre este santuario, pero lo más importante es recordar que la paz en una nación es lo primordial.
Algunas de las flores de cerezo más hermosas de todo Japón se pueden observar en Yasukuni. De hecho, el árbol de cerezo que se utiliza para determinar cuándo comienza la temporada de cerezos se encuentra en el recinto del santuario.
Asimismo, la canción Doki no Sakura menciona al santuario Yasukuni y las flores de cerezos.
Uno de los festivales más alegres del Japón se celebra en Yasukuni, el maravilloso Mitama Matsuri que se celebra en verano como parte del Obon (festividad japonesa en donde todas las almas regresan a la tierra para compartir con sus seres queridos).
En conclusión; si visitas Tokio, se recomienda conocer Yasukuni jinja, uno de los santuarios más importantes del país y rezar por la paz de Japón y el mundo.