Cada 6 de agosto, en la ciudad de Hiroshima se conmemora el primer bombardeo atómico realizado en la historia, cuando en unos minutos, cientos de miles de almas perecieron bajo la bomba denominada Fat man.
Cada año en Hiroshima se realiza una gran ceremonia en memoria de este lamentable suceso.
Luego al caer la noche se realiza un festival que convierte el área en una zona de paz, unión, reflexión y belleza.
El festival es llamado Toro Nagashi, se centra en la confección de pequeñas lámparas hechas de papel por las personas que asisten y le colocan mensajes de paz y deseos personales. Le instalan una vela en el centro y luego se va al río (al frente de la Cúpula de la Bomba Atómica) para colocar en él las lámparas que comienzan a flotar hermosamente.
Tōrō Nagashi, literalmente significa lámpara de piedra que fluye, tōrō (lámpara de piedra) y nagashi (fluir).
Origen de Toro Nagashi
Este es un evento maravilloso que se puede definir como una gran fiesta de la paz, en donde todas las personas se reúnen alrededor del río para observar este espectáculo de luces mientras se recuerda lo sucedido el 6 de agosto de 1945 y se reza para que la tragedia de la bomba nuclear no se vuelva a repetir nunca más.
El Toro Nagashi tiene como propósito guiar a las almas que se encuentran en la tierra hacia el mundo espiritual. La ceremonia no es exclusiva de Hiroshima sino que es parte de la festividad realizada en agosto llamada Obon. Se dice que, durante el evento, los espíritus regresan al plano terrenal para encontrarse con sus seres queridos.
La gente local cuenta que poco después de la guerra, las familias de los desaparecidos, debido al bombardeo atómico, comenzaron esta tradición. Pusieron a flotar linternas, hechas a mano, río abajo en Hiroshima. Esta ceremonia se ha venido realizando año tras año, ahora también tiene lugar en varios ríos importantes de Hiroshima.
En Hiroshima se puede ir hacia los toldos identificados para hacer la lámpara, luego se le da una hoja de papel al participante para que escriba su mensaje y se entrega para que los voluntarios, cordialmente, confeccionen la lámpara. Cualquier persona puede escribir mensajes de paz en las linternas, que se colocarán a flote en el río, donde pasarán directamente frente a la Cúpula de la Bomba Atómica.
La experiencia de ver las cálidas luces de unas 10,000 linternas mientras flotan tranquilamente río abajo en la oscuridad de la noche, cada una con deseos de paz por parte de los asistentes reunidos, es una experiencia fantástica, casi de otro mundo. Los participantes en este evento incluyen no sólo a los locales de Hiroshima, sino también a muchos visitantes que vienen de todas partes del mundo.