Templo Horyuji (templo de la ley floreciente) construído por el príncipe Shotoku, a quien se le atribuye la introducción del budismo en Japón.
Es el templo de madera más grande de todo el país, y debe su nombre a que inicialmente fue utilizado como seminario, donde se instruía a los nuevos sacerdotes y como monasterio.
En 1993 fue declarado patrimonio de la humanidad, y está catalogado como tesoro nacional en Japón.
Cuenta con una pagoda, el edificio de los sueños y numerosos murales. Se encuentra a 12 km aproximadamente del centro de la ciudad. Se accede a él utilizando la línea Yamatoji desde la estación central de la ciudad.
Desde la estación hay que dar un paseo de unos 20 minutos o bien tomar el autobús número 60 (5 minutos).