El té japonés es una bebida que representa la historia y la cultura del país. Se llama Ryoku-Cha 緑茶, literalmente té verde o Nihon-Cha 日本茶, literalmente té japonés.
Se consume diariamente en los hogares, salones de té, restaurantes.
Historia del té verde en Japón
En China, la historia del té verde se remonta al 2700 a.C. Los chinos lo bebían como medicina. Las semillas de té verde fueron introducidas en Japón en el siglo VIII por monjes enviados a China a estudiar cultura y política, más avanzadas que las de Japón. En la crónica Nihon Koki (日本後紀), un texto de historia escrito a principios del período Heian, siglo VIII, señala que el té cultivado y elaborado a partir de semillas traídas de China por un monje, fue ofrecido al Emperador Saga. Es el relato más antiguo conocido. Cabe destacar que como el té era muy valioso, estaba reservado sólo para gente de alto rango.
Período Kamakura
Se dice que la cultura de beber té verde apareció en la historia de Japón durante el período Kamakura en el siglo XII. El monje Ei-Sai 栄西, fundador de la rama Rinzai del budismo japonés, 1141-1215, escribió la primera obra sobre el proceso de cultivo y la eficacia del té verde a principios del período Kamakura. Según este texto, en esa época, las hojas de té se trituraban, luego se vertía agua caliente sobre ellas y se bebía, parecido un poco al matcha de hoy día.
Ei-sai envió las semillas de té a Myoe, un monje de Kioto que las sembró y creó el primer campo de té en Japón.
Poco a poco, beber té verde se hizo común entre los monjes y al mismo tiempo se convirtió en una herramienta para relacionarse entre la clase Samurai. Estos últimos organizaron una especie de «ceremonia del té» para mostrar a los invitados los ostentosos accesorios procedentes de China, necesarios para preparar el té.
Uji
La región de Uji, en Kioto, era particularmente propicia para el cultivo del té debido a su topografía y a la diferencia de temperatura, razones para que fuera impulsado por el Shogun Ashikaga.
Hasta el día de hoy, Uji sigue siendo reconocido por el cultivo del té y su alta calidad.
A finales del siglo XV, un monje Murata Juko (1423-1502) creó el Wabi-Cha (侘び茶), combinando la ceremonia del té, que resaltaba la categoría de los accesorios decorados, con el budismo zen. La ceremonia del té se hizo entonces muy sencilla, marcando la importancia de una mente serena. Este pensamiento fue transmitido por Sen no Rikyu (1522-1591) quien completó la ceremonia del té llamada Cha no Yu (茶の湯) más tarde. Sen no Rikyu hizo de la ceremonia del té una herramienta cultural indispensable para la vida del Samurai.
Período Edo
Desde el período Edo, no sólo los samuráis, sino los japoneses en general bebían té. En esa época, las hojas secas se hervían para obtener el té.
En 1738, un productor de té Nagatani Soen (1681-1778), encontró un nuevo método de preparación de las hojas de té llamado SenCha (煎茶). El método consiste en vaporizar las hojas arrancadas y luego secarlas frotándolas. Al frotarlas antes de secarlas, se podía obtener un sabor más profundo, un aroma más fresco y un color transparente. La novedad pronto se extendió por todo Japón.
A partir de la era Meiji
En 1835, SenCha desarrolló una planta de té de alta calidad, la Gyoku-Ro (玉露), que en el momento de la brotación, permanece bajo la sombra. Esta técnica aumenta los ácidos animados como la teanina que da un mejor sabor al té y suprime la producción de catequinas que causan un sabor amargo. Comparado con el SenCha, el Gyoku-Ro tiene una dulzura más pronunciada y un aroma único. Pero como tarda mucho más en crecer que el SenCha, el Gyoku-Ro se considera un producto de lujo.
Con el desarrollo de las técnicas de cultivo, la costumbre de beber té verde se extendió rápidamente y la producción de té verde se convirtió en una industria importante en el país.
Después de la apertura del país durante la era Meiji, el 20% de las exportaciones totales fueron de té verde. Sin embargo, con la aparición del té negro de la India y de Ceilán, las exportaciones comenzaron a disminuir gradualmente. En lugar de las exportaciones, aumentó el consumo interno con una notable demanda. El té verde se convirtió entonces en una bebida indispensable para la vida cotidiana de los japoneses.
Diferentes variedades de té verde japonés
Además del SenCha, té tostado, el Gyoku-Ro, Rocío de Jade, existen el Bancha, té común, el Genmaicha, té de arroz integral, el Kukicha, té de tallos, el Kobucha, té de alga kombu y el probablemente más famoso, el té Matcha.
Finamente molido se usa también para el arte culinario incluido postres y refrescos.
Es un té de muy alta calidad que se usa en las ceremonias del té.